El director general del Santander Central Hispano (SCH), Juan Rodríguez Inciarte, se la juega en la operación de compra del Abbey National Bank. Inciarte había estado relegado para "estudiar operaciones". Una especie de elefante gris con posibilidad de redimir la pena. La compra del Abbey es suya y si sale bien podría volver a estar en primera línea de batalla bancaria. Por eso, hoy miércoles 1 de septiembre aparece en la "rentreé" en varios medios apoyando la operación.

 

Inciarte asegura que la única oferta encima de la mesa es la del Santander. Sabe, sin embargo, que HBOS está al acecho y que pondrá todos los palos en la rueda que le sean posibles. El primero fue acudir a la Comisión Europea para quejarse ante la posible colisión de intereses, habida cuenta de que el Santander goza de presencia en el Royal Bank of Scotland (RBS). El Santander respondió con agilidad manifestando su disposición a ceder a sus consejeros en el banco británico.

 

No habrá obstáculos judiciales a la operación. Eso es lo que afirman fuentes jurídicas, que consideran que el señalamiento para el juicio oral se producirá a finales de año. Por otra parte, da la impresión de que Iniciativa per Catalunya se ha retirado del proceso de las cesiones de crédito, una vez que forma Gobierno junto al PSC y ERC en Cataluña. Al menos, eso es lo que cabe interpretar del retraso judicial injustificado del pasado mes de julio.

 

El único escollo para la operación sería la aceptación por parte de los accionistas británicos del Abbey de la operación. En Gran Bretaña se observa con cierto recelo la realidad latina y no está claro que vayan a aceptar una operación de cambio de cromos. Si el HBOS pusiera encima de la mesa una oferta en metálico, probablemente ganaría la batalla de OPAs. Esta es la clave de la operación. El HBOS todavía no ha movido ficha en este sentido. Pero todavía está a tiempo. Permanezcan atentos a las pantallas.