Sr. Director:
Hasta se recurre al eufemismo para enmascarar la crisis económica actual, que va en aumento. Parece que lo que importa de verdad a nuestros gobernantes son los votos, para establecer una ideología que arranque de raíz, si posible fuera, la tradición española y cristiana.

El cristianismo, da la impresión de que buscan arrinconarlos socialmente. ¿Y si se echaran a la calle los cristianos? ¿No darían cifras falsas, dirían que no son los suyos y despotricarían contra el PP y la Iglesia? De sobra saben que tan cristianos son los votantes del PSOE como los del PP, y que, además, deben gobernar para todos y con respeto a la fe del pueblo. Ya se sabe que el Estado es aconfesional; pero nosotros, los ciudadanos, no, y tenemos derecho a que se respete sin trabas nuestra Religión. No hace muchos años, salieron estos datos de una encuesta: sólo el 13 % de los socialistas no son creyentes, y el resto, el 87%, son cristianos. Tanto no habrá variado la cosa. Tratan de imponer el laicismo, la ideología de unos pocos que odian a la Iglesia. ¿Qué es el laicismo? La oposición a todo lo que suene a religioso, sin respeto a los derechos humanos en este punto. ¿¿Tardaremos en aparecer en la lista de países en donde no hay libertad religiosa, como China y países musulmanes, por ejemplo? Eso del pluralismo es una disculpa para el laicismo. El pluralismo, ¿no ha de llevar a la libertad y no a las restricciones y a la discriminación a los católicos, mayoría en este país?

Josefa Morales

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