• El Gobierno emitirá un bono a 30 años al 2,5%, con un coste financiero indudable. La garantía corre a cargo de la nueva ENA.
  • Ana Pastor confirma que la Responsabilidad Patrimonial de la Administración es de más de 3.300 millones de euros.
  • La ministra de Fomento y la diputada socialista Susana Sucelmo se enganchan a propósito de "la herencia", esa palabra.
  • Para el Gobierno, la gestión de Zapatero fue nefasta, con parches como subir los peajes, ampliar la explotación o préstamos compensatorios.
  • Sucelmo se remonta a la etapa de Aznar y Álvarez Cascos, que planificó las autopistas con "unas previsiones de tráfico fantásticas"

Duelo de reproches en el Congreso a propósito del rescate de las autopistas. Para el PSOE, en boca de la diputada Susana Sumelzo, el Gobierno trata de socializar las pérdidas de unas concesionarias privadas que están en riesgo de quiebra con "los mismos recursos que se niegan a los parados, dependientes y becarios". Pelín populista, a pesar de que tenía argumentos técnicos. Y es ahí donde ha saltado la ministra de Fomento, Ana Pastor (en la imagen), diciendo que de eso nada, que el Gobierno no dedicará a ese rescate ni un euro de fondos públicos; vamos, que "tendrá un coste cero".

Hombre ni tanto ni tan calvo. Tampoco será así. En efecto, hubo un acuerdo para arreglar el entuerto y los bancos aceptaron una quita del 50% en la deuda. Ahora bien, habrá que pagar, cómo no, el otro 50%. Para ello, el Gobierno emitirá un bono a 30 años con una rentabilidad del 2,5%. La garantía corre a cargo de la nueva ENA (Empresa Nacional de Autopistas) -Seittsa se llama ahora-, o lo que es lo mismo, el propio Gobierno. No computará como déficit público, pero habrá interesases a 30 años y eso tiene un coste financiero que no es "cero" precisamente.

Ana Pastor ha explicado que la solución al problema no pasa, como en la etapa de Zapatero, por parches como subir los peajes o ampliar los plazos de explotación. "Ni cuentas ni préstamos participativos", ha dicho Pastor, "aunque hay que hacer frente a lo que pone en los contratos", de las concesiones, que es una Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA) de más de 3.300 millones de euros.

El debate, una vez más, se han centrado en la "herencia", esa palabra mágica para culpar o esconderse y que utilizan los dos partidos.

Según el PSOE, la mala situación se remonta a la etapa de Aznar, con Álvarez Cascos como ministro de Fomento, porque planificó las autopistas con un "diseño absurdo, unas previsiones de tráfico fantásticas y un gasto en expropiaciones que se multiplicó un 1.200% en los tribunales". Suzelmo ha añadido: "Fueron ustedes quienes lo licitaron, lo adjudicaron, lo inauguraron e hicieron todo. Aquí no han tenido ninguna herencia. Y lo peor, dejaron que estas empresas quebraran y ahora quieren cargar sobre los hombros de los españoles las pérdidas causadas por sus errores".

Ana Pastor ha recurrido al mismo argumento, más próximo en el tiempo, pero en la misma línea: "estoy intentando arreglar un problema que ustedes dejaron". La ministra ha explicado que entre 2008 y 2012, el tráfico en las autopistas de peaje descendió un 35% y Zapatero se limitó a "poner dos parches": unas cuentas de compensación de 80 millones y un préstamo participativo de 438 millones para compensar los costes de las expropiaciones de esas autopistas.

Según la ministra de Fomento no ha dudado en asegurar que "hay herencia" y que el PSOE es el culpable de la penosa situación actual de las concesionarias, que están actualmente en concurso de acreedores. Una de las razones es que no declaró la lesividad contra ninguno de los acuerdos de los jurados provinciales de expropiación. Consecuencia: el coste de expropiaciones se ha disparado, ha dicho, de 400 millones a más de 2.300 millones.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com