Sr. Director:
Rico y abundante ha sido el legado que nos ha dejado el Papa Juan Pablo II.

 

Ahora, con motivo de su beatificación es buen momento para tomar o retomar la lectura de su obra, que no quede la devoción por este nuevo beato en vítores, alabanzas, elogios y peticiones para que nos haga un milagro.

Evitar el fanatismo y profundizar en su mensaje de su vasta literatura.

Marcela Tamayo