El portavoz de la Comisión Europea, Reijo Kemppinen, confirmó, en la mañana del 25 de marzo, que el actual comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, será sustituido por otro español. De esta forma, España conserva su cuota de poder en las instituciones comunitarias, una vez que Solbes ha dado el sí quiero al nuevo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Con esta confirmación se abre la puerta a que el sustituto pudiera ser Rodrigo Rato, en caso de que el proyecto de FMI termine finalmente por pinchar gracias a los palos en las ruedas introducidos por el Ejecutivo galo. Zapatero podría demostrar así su cambio tranquilo y su visión de Estado al tiempo que coloca a Rato fuera de los lugares de riesgo. Ya saben, "a enemigo que huye, bandeja de plata".
Rato ya dijo a quien le quisiera escuchar que "no le apetecía vivir en Bruselas". Claro que aquello lo dijo antes del vuelco electoral del 14-M. Ahora, su futuro es incierto y el cargo de comisario europeo de Asuntos Económicos resulta muy apetecible. Además, Bruselas está a dos horas de avión de Madrid, bastante más cerca que de Washington.