- La abdicación, las euroelecciones y la salud de Margallo le fuerzan a hacer lo que menos le gusta.
- El ministro de Exteriores tiene problemas de salud, así que se piensa en Pedro Morenés para sustituirle.
- El nuevo titular de Defensa debe ser señalado por Felipe VI.
- Guindos mira a Europa pero aún no sabemos a qué puestos podemos aspirar.
- En la remodelación se espera que los 'gemelos' Nadal salgan del armario. Alberto aspira a ocupar la cartera de Industria, mientras Álvaro no se conforma con menos de la Vicepresidencia económica.
- No olvidemos que los 'gemelos' son los grandes impulsores de los cambios en las cúpulas empresariales.
- Se buscan ministros vascos y catalanes, pero sin especial entusiasmo.
- Y Ana Mato está más quemada que una colilla.
La deteriorada salud del titular de Exteriores, García Margallo, que ya no puede mantener el ritmo de un canciller, las ansias del titular de Economía por irse a Europa, el varapalo de las euroelecciones, la marcha obligada de Arias Cañete, Ana Mato, más quemada que una colilla, la necesidad de retomar la iniciativa política de cara a las elecciones generales y, sobre todo, la abdicación del Rey parecen forzar a Mariano Rajoy a hacer lo que más odia a hacer: una crisis de Gobierno, que no admite se llame ni remodelación.
La clave está en aquello a lo que en Moncloa se refieren con la siguiente y suculenta expresión: "Que los gemelos salgan del armario". Se refieren a los todopoderosos gemelos Nadal: Álvaro, director de la Oficina Económica, y Alberto, secretario de Estado de Energía. Quieren decir con ello que si mandan tanto en la sombra, lo mejor es que den la cara y salgan al proscenio. Ellos lo están deseando, pues Alberto aspira a ser ministro de Industria y su hermano Álvaro no se conforma con menos de la Vicepresidencia económica, que volvería a unir a Hacienda con Economía.
En todo este entramado hay que tener en cuenta que los hermanos Nadal son los grandes impulsores de los cambios en las cúpulas empresariales. Guindos ha conseguido aparcar la jubilación forzosa de empresarios y banqueros viejos, algo en lo que está empeñado Álvaro Nadal: acabar por decreto con empresarios y banqueros sesentones. Guindos dice que no, que no hay ninguna norma en Europa que ponga límites de edad en la Presidencia ni límites de permanencia en el cargo.
Y sobre todo que hay un nuevo Rey, que deber nombrar -su prerrogativa no escrita- al titular de Defensa. Sí, Morenés, un hombre que no supo gestionar el club de golf de Puerta de Hierro. Ahora bien, si se va a Exteriores empezará el baile.Y para se ese baile se buscan, con el ritmo de los tiempos, caras de ministros entre vascos y catalanes, bien es verdad que sin especial entusiasmo.
Y lo más importante: el Partido Popular puede que no tenga enemigo en el PSOE, pero también puede llevar a España a una situación donde los antisistemas crezcan como las flores y en el que los prosistema se burlen de la ley. ¿Y entonces
Mariano tranquilo, siempre tranquilo. Si no de conciencia, sí de ánimo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com