Sr. Director:
En esta época navideña marcada por la adquisición de perfumes y joyería, se usa con obstinación pertinaz el reclamo burdo de una provocación sofisticada.
No sé por qué lo femenino debe desnudarse para hacerse atractivo. La mujer nunca refleja mejor lo que ella es que cuando ofrece su ternura de madre o esposa. La sexualización de su imagen la denigra y hace de ella un gancho publicitario despojado de sí misma.Qué triste es que muchas no sepan valorar su belleza y la malgasten ávidamente con fines de codicia, difuminando su encanto original travestido de burdel, en pro de un protagonismo en el papel "couche", o en un "spot" televisivo.
Eva Nordbeck
margar25@gmail.com