Urkullu pide flexibilización de la política penitenciaria, fin de la ley de partidos, adelanto de elecciones y "presencia de Euskadi en Europa"

Rubalcaba y Rajoy parecían decididos desde hace tiempo a no zurrarse demasiado en torno al fin de ETA. También el Gobierno cumplió su parte, ya que, como informamos el pasado viernes, Blanco señaló que nos encontramos a menos de un mes de las elecciones y que los próximos pasos corresponderían al nuevo Gobierno y al nuevo Parlamento.

Para entonces Patxi López había convocado una ronda de contactos con los partidos políticos, como si el problema fuera exclusivamente del País Vasco. El primero en acudir ha sido Íñigo Urkullu. El líder del PNV no ha dejado de transmitir la idea de que les han robado la presidencia autonómica y, en el fondo, López parece tener la misma sensación.

A veces, lo malo de preguntar es que te contestan. Así que Urkullu no dudó en plantear la jugada como si el PNV presidiera el Gobierno vasco: flexibilización de la política penitenciaria, fin de la ley de partidos, adelanto de elecciones y "presencia de Euskadi en Europa".

Mientras el escepticismo reina entre la mayoría de los españoles, el mundo nacionalista está eufórico. Consideran que ha habido vencedores y vencidos, pero que son ellos los que han salido beneficiados.

Rodrigo Martín

rodrigo@hispanidad.com