Sr. director:
Claramente se nota dónde le aprieta el zapato al portavoz de la suspendida Batasuna, y por donde supura la herida de su alocado independentismo vasco, al responder a la valiente decisión del Gobierno de aumentar a cuarenta años las penas de los terroristas etarras.
Con la falta de argumentos lógicos que caracterizan tanto al señor Otegi como a los de su banda, que van sintiendo el cerco, cada día más asfixiante de la Justicia y de las fuerzas de Seguridad del Estado, sale ahora con manifestaciones de pata de banco diciendo que esta medida asumida por la mayoría de asociaciones judiciales " es una majadería más" porque "así no se solucionan las cosas". Quizás piense que la solución del terrorismo es dialogar con ellos el Estado, de igual a igual, con las armas sobre la mesa, o mejor bajándose los pantalones hasta conseguir sus falaces objetivos de independencia.
Como si además tuviese bula de representación del entero pueblo vasco, se pregunta "si alguien piensa que en este país se puede detener la lucha de un pueblo".Alguien tendría que decir al dirigente socialista que no se arrogue el derecho de representación de los vascos y qué solución aportaría él y cuál sería lo mejor alternativa para el entero pueblo vasco.
Miguel Rivilla San Martín