Obama ha ganado, pero el gaymonio ha perdido. La victoria de Obama ha eclipsado los muchos referéndums convocados para aprovechar la cita electoral. Muchos de ellos preguntaban a la ciudadanía sobre la posibilidad de regular el mal llamado matrimonio homosexual. Otras planteaban directamente la posibilidad de blindar el matrimonio en las constituciones de los estados. En todos los casos, ha ganado el matrimonio entre un hombre y una mujer. No entre el hombre y la mujer, que podría dar lugar a la poligamia.
Aún así, los grupos defensores de la familia no las tienen todas consigo. En primer lugar porque el nuevo presidente de los Estados Unidos mencionó expresamente al colectivo homosexual en su primer discurso tras ser elegido. Una señal de por dónde van los tiros. En segundo lugar, porque muchas informaciones apuntan a que Obama podría tratar de legislar el matrimonio homosexual a nivel federal impidiendo que los estados pudieran tener competencias en estas materias. Una verdadera revolución que quebraría el concepto de estado federal y que dejaría la voz del pueblo expresada en referéndum a los pies de los caballos. Pero ese es el proyecto. Así que permanezcan atentos a las pantallas.