Sr. Director:
Sólo unas grandes expectativas mesiánicas han podido encumbrar dramáticamente a un hombre que nada ha demostrado aún y que quizá acabe decepcionando. Por otra parte, la indigencia moral y cultural provoca que el Jesús del "Código da Vinci" sea toda referencia equívoca, que muchos tienen acerca del Hijo de Dios.
Pero supongamos que Cristo fue sólo un hombre: su talla humana, su desvivirse por los demás, su no perdonarse nada para darnos la vida del alma, su crucifixión, muerte y resurrección, la fundación de una Iglesia con instrumentos humanos y el perdón constante que ofrece a quienes le ofenden, son ya la mayor prueba de que nadie sino Dios bajaría a salvar a una panda de ingratos, nosotros, a cambio de nuestro pobre amor.
Y ahora que vemos peligrar nuestros ahorros idolatramos a Obama y ponemos en él toda esperanza.
¿Cabe un mayor heroísmo que el de Jesucristo ante tanta mezquindad humana?
María Ferraz
fermar42@gmail.com