No conviene olvidar el cuento de Heidi, porque, no nos engañemos, no estamos aprendiendo nada de la crisis, de la madre de todas las crisis.
O, al menos, llevamos casi tres años de la recesión más pavorosa que ha conocido la modernidad, la madre de todas las crisis, a tientas con las enseñanzas. El cuento de Heidi es una nueva versión de La última risa (en mi opinión la más brillante, y divertida de todas las que he visto) y de las no menos famosa entrevista con Leopoldo Abadía, y todas confluyen en esto: la culpable de la crisis es la especulación financiera y el apalancamiento o deuda excesiva. Si nos lo grabamos a fuego, a lo mejor sacamos algo en limpio, después de todo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com