Hay Alternativas es un movimiento que surgió en relación con Hazteoir, probablemente la página de participación ciudadana más importante a través de Internet (www.hazteoir.org). Desde que el Gobierno Aznar, a través de la inefable ministra de Sanidad, Ana Pastor, pusiera en marcha la reforma de la fecundación in vitro, es decir, el matadero de embriones humanos, Hay Alternativas ha luchado contra la gran mentira del Imperio de la Muerte: interesadamente, los partidarios de la muerte no distinguen entre células madre embrionarias y células madre adultas. Las primeras conllevan la muerte de una persona en estado embrionario; la segunda, no mata a nadie.  Para entendernos, las células madre embrionarias son como las setas venenosas: no ha alimentado (curado) a nadie y pueden provocar la muerte. Las células madre adultas sí han curado enfermedades y no han matado a nadie.

El Imperio de la Muerte, y su mariachi de prestigiosos científicos (PC), le dieron entonces a la máquina del embuste: de la misma forma que se habían inventado el concepto de pre-embrión (nadie sabe lo que es, pero los políticos no dejan de repetirlo), se inventaron el de elasticidad, y decidieron que había que destripar embriones porque las células embrionarias eran más elásticas, un concepto que provoca carcajadas en los ambientes científicos.     

En definitiva, el PP abrió la puerta y el PSOE, es decir, Elena Salgado, lo único que ha hecho es abrir más la puerta a la parca, más que nada por marcar distancias con la derecha. Zapatero en cuanto oye hablar de muerte se da por aludido y en estas estamos. Con el cinismo propio de los matarifes, la progresía política y científica asegura que sus experimentos, propios de los laboratorios nazis, van a curar muchas enfermedades.

En estas estamos cuando la Universidad de Navarra, perteneciente al Opus Dei, pone en marcha el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), financiado por distintas empresas privadas (Zapatero sólo tiene dinero público para los destroza-embriones).

Y ha sido El País, abanderado del Imperio de la Muerte quien, quizás debido a un error del redactor jefe, ha publicado unas declaraciones de los investigadores de CIMA, José Masdeu y Jesús Prieto. Porque, naturalmente, CIMA no tiene la menor intención de investigar con células madre embrionarias, sino con células madre adultas. Masdeu explica que, en primer lugar, por un mandamiento ético, el de no matar: Sé lo suficiente de biología como para saber que un ser humano es un continuo desde que el espermatozoide fecunda al óvulo, y recuerda que para utilizar células embrionarias se necesita destruir al embrión. Pero, y aquí es donde quiero llegar, Masdeu afirma algo más: las células procedentes de embriones tienen gran tendencia a desarrollar tejidos de todo tipo, y eso es lo que llamamos tumores. Lo decía en alusión a la posibilidad, cacareada por los científicos PC de implantar células embrionarias en el cerebro para combatir el Parkinson o el Alzheimer, uno de los más mefistofélicos engaños del Imperio de la Muerte para que les permitan masacrar embriones. Y Masdeu concluye: En cambio, las células madre adultas (las que no matan a nadie) no (tienen esa tendencia).

Su compañero, Jesús Prieto, apuntilla la explicación (una explicación que nunca leemos en la prensa y que, curiosamente, insisto y felicito, ahora hemos leído en el diario El País. A alguien le va a caer una bronca de Janli Cebrián): Las adultas son más seguras, menos teratogénicas (dan lugar a menos malformaciones) y no producen rechazo, por que se pueden obtener del mismo paciente.

En definitiva, que el Imperio de la Muerte, con la alianza de los dos grandes partidos (PP y PSOE) una vez más, nos tenía engañados. No sólo hay alternativas a las células madre embrionarias en las células madre adultas: es que el único funcionamiento posible, no por razones éticas ni por razones científicas (por cierto, ¿qué es una razón científica?), sino por razones médicas, son las células madre adultas, que es lo que hay que investigar.

Y esto de la misma forma que si en su día se hubiera dedicado esfuerzo y dinero a la investigación en anticonceptivos no abortivos, no tendríamos ahora un mercado llenito de anticonceptivos que pueden ser abortivos.

Al final, todo es un problema informativo. A pesar de este gazapo de El País, lo cierto es que toda la batalla, también la batalla por el derecho a la vida, depende, en la sociedad de la información, de quién posee el prestigio. Y el prestigio lo otorgan los medios informativos. Los medios informativos españoles han otorgado el prestigio a una serie de científicos cantamañanas y homicidas, los que quieren ser como dioses, tipo Bernat Soria, Juan Carlos Izpisúa (un verdadero invento mediático de Prisa), Margaritas Salas, la Clínica Dexeus, etc. De Masdeu y Prieto no habíamos oído hablar. Y sin embargo, Jesús Prieto es discípulo de Ortiz de Landázuri y este a su vez de Jiménez Díaz. Entronca con la mejor investigación médica española: Aquellos científicos que no se creen dioses sino servidores de Dios, lo que no deja de marcar la diferencia. Una anécdota. El fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer, departía con miembros de la Obra en la colegio Mayor Belagua, en pleno campus pamplonica. Se levanta Ortiz de Landázuri y afirma:

-Padre (así se dirigen los miembros de la Prelatura a su Prelado): nos mandó usted aquí para formar una universidad y ya lo hemos hecho.

Josemaría le interrumpe:

-Estás muy equivocado, hijo. Os mandé a Navarra para que os hicierais santos creando una Universidad.

Y la verdad es que acertó: porque ya se ha iniciado el proceso de beatificación de Ortiz de Landázuri.

Si al final todo es muy sencill ética y ciencia nunca pueden separarse, por la misma razón de que no se pueden separar verdad, bien y belleza.

Posdata: el director de Opinión de Hispaniad.com, Javier Paredes, me tira de las orejas por mi carta de ayer sobre la persecución a la Iglesia, en la que afirmaba que el Opus Dei ya no es lo que era. Matiza el historiador Paredes que el hecho de que algunos del Opus Dei estemos dormidos no quiere decir que el Opus Dei siga siendo lo mismo hoy que ayer. Y apostilla: Y lo que es hoy no es nada comparado con lo que va a ser mañana.

Y el que quiera aprender que vaya a Salamanca. O a Navarra.

Después de las aclaraciones de los científicos de la Universidad de Navarra casi estoy a punto de cometer el mayor error en el que puede caer un director de periódic Darle la razón a su director de Opinión. Lo mejor será adoptar la flemática postura británica de esperar y ver.

Eulogio López