"Matas se va a Estados Unidos y Rato regresa de Estados Unidos; son movimientos normales en un partido que ha perdido poder político"

El Gobierno está muy nervioso ante el anuncio realizado este jueves por el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, de regresar a España el próximo octubre. En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta De la Vega, ubicó la decisión en el ámbito personal y afirmó respetarla. "Le deseamos lo mejor en su regreso a España, tanto en su vida privada como pública". O sea que De la Vega no se termina de creer las declaraciones de Rato a El País en las que afirmó que no regresaría a la política aunque ayudaría al partido casi casi como militante de base.

Pero a la ‘vice' esto le debió saber a poco, así que esboza una crítica a Rato por dejar libre un sillón ocupado por un español. "El Gobierno le apoyó para que presidiera tan alta institución; sentimos que se pierda para un español y esperamos poder seguir manteniéndolo para un europeo". ¿Habrá represalias? "Esperemos que no tenga repercusiones; ahora habrá que trabajar para que ese puesto siga siendo de un europeo", responde De la Vega.

Hasta aquí, todo normal. Pero De la Vega introduce un nuevo elemento en el análisis. Digamos que ‘un pellizquito de monja'. "Recientemente el Sr. Matas anunció tras no poder formar Gobierno en Baleares que se iría a Estados Unidos; Rato viene; son los movimientos que se producen en un partido que ha perdido poder político". Patada en la espinilla innecesaria. ¿Eso qué quiere decir? ¿Hay elementos políticos en su respuesta? ¿Por qué tanta agresividad?, le vienen a preguntar.

"Es un comentario sin trascendencia; Matas se va, es un hecho cierto; también es un hecho cierto que Rato viene; y la pérdida de poder político del PP también es otro hecho cierto; me he limitado a señalar hechos ciertos", señala cínicamente. Vamos, que –como decimos- el Gobierno está más que nervioso por el regreso de Rato. Tanto como para ponerse a relatar "hechos ciertos" sin venir a cuento.