La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el martes 8 la propuesta del VI Comité sobre prohibición de toda clase de clonación. La propuesta contó con el apoyo de 86 delegaciones frente a 37 abstenciones y 34 países, que se mostraron contrarios. Entre estos se encontraba España. Nuestros delegados mostraron su rechazo al término vida humana, y propusieron alternativamente hablar de ser humano.
Por otra parte, los representantes del Gobierno Zapatero en Naciones Unidas también criticaron que el texto no distinguiera entre clonación terapéutica y reproductiva. No sólo se mostraron favorables a la clonación terapéutica, sino que anunciaron que próximamente remitirían una ley a las Cortes para que permitiera la mal llamada clonación terapéutica. Decimos mal llamada, porque al ser humano que tiene vida no le cura nada, sino que es sacrificado. Pero es que, además, no existen garantías de que tampoco vaya a curar al ser humano grande. Más bien hablamos de eventuales curaciones muy poco demostradas frente a la evidencia curativa de las células madre adultas. Pero el progresismo es así.