El primero en dar el paso de desinvertir del Santander fue Royal Bank of Scotland. El banco escocés deshacía de esta manera una relación estratégica de larga duración para aliarse junto a otros inversores a "hacer las chinas" comprando el 10% del Bank of China. Una semana más tarde ha sido Societé General quien ha abandonado el accionariado del banco generando unos ingresos cercanos a los 1.245 millones de euros.
Tras estos movimientos corporativos, Mutua Madrileña queda como principal accionista individual, por encima del mismo Emilio Botín. No obstante, si las participaciones de los Botín fueran agregables, Mutua quedaría en segundo lugar. En todo caso, en Mutua saben que el líder indiscutible del Santander es Emilio Botín "incluso aunque tuviéramos el 30%". Al menos de momento. Otra cosa es lo que ocurra dentro de 10 años, cuando don Emilio sobrepase los 80 años y haya que comenzar a pensar en la jubilación y... en otras cosas.
Porque aunque don Emilio considere que va a estar al pie del cañón cántabro "siempre", la realidad biológica termina por imponerse. "Sólo el necio se cree inmortal" reza en las sagradas escrituras. En todo caso, en Mutua aseguran sentirse cómodos con la actual situación. "Estamos bien, tenemos buenos dividendos y presencia en el consejo; cuando las cosas dejen de ser así, nos iremos, nuestra alianza con el Santander no es un pacto de sangre", apuntan.
Atrás quedan por tanto los desencuentros con los hermanos Valls y la salida del Popular. La relación con el Santander es buena y de momento ni se plantean incrementarla ni tampoco desinvertir. Claro, que siempre "de momento", porque desde la Mutua insisten en que van a luchar siempre por la independencia de la compañía.
En todo caso, siempre se podrán producir movimientos puntuales de escasa importancia como el protagonizado el pasado 22 de agosto en el que la Mutua incrementó su presencia en el SCH en 31.281 títulos hasta alcanzar los 65.099.310. Una inversión superior a los 300.000 euros.
Una minucia para una Mutua que afronta ahora su gran proyecto de expansión territorial. La verdadera prueba del algodón. En los últimos dos años la plantilla ha pasado de 300 a 900 personas, se ha modernizado la gestión y se ha comenzado a hacer publicidad. De hecho, el patrocinio de Fernando Alonso se está notando directamente en la contratación de pólizas.
Ahora el reto consiste en salir de Madrid, el mercado donde Mutua ha desarrollado su actividad desde que naciera hace 75 años. Su modelo de gestión sin intermediación permite agilizar costes y convertir sus servicios en enormemente competitivos, así que tienen la esperanza de crecer exponencialmente y dinamizar de paso el anquilosado sector asegurador español.
En eso están. Y será una expansión financiada con recursos propios. Por tanto, no tienen liquidez para incrementar su participación en el Santander. Ni tampoco ambición de meter cuchara. Califican la actual inversión de "financiera" y se sienten suficientemente cómodos con la actual relación. Aunque ya saben, "de momento", que el acuerdo no es un "pacto de sangre".