Demasiadas subidas en las bolsas europeas en los últimos días. Moody's tenía que decir algo. Sobre todo, después de que Obama llamara la atención sobre la deuda europea. El presidente de los Estados Unidos teme que la crisis le pase factura en forma de no reelección en 2012, por lo que va buscando alguien a quien echar las culpas.
Y Moody's, la agencia de calificación de capital estadounidense (Buffet, entre otros), acudió presta en socorro de Obama bajando las calificaciones de doce bancos británicos y nueve portugeses. La filial del Santander en Portugal, Totta, ha visto rebajada su calificación, pero no ha quedado -como otras entidades- en el nivel de "bono basura".
La presión llega precisamente mientras los señores del Euro, Sarkozy y Merkel, negocian este fin de semana en Berlín una nueva inyección de capital a la banca europea.
No es que la situación de la economía en obamalandia sea mejor, pero la diferencia en el tratamiento por parte de Moody's es bastante notable.
Mariano Tomás
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