Madrid está enfadado con París por el chauvinismo económico sufrido por Sacyr. La Generalitat exige que GN continúe controlado por La Caixa y con sede en Barcelona. El borrador de comunicado que tenían previsto los franceses era mucho más agresivo que el definitivo, y exigía ¡la gestión! de GN. Además, en la mañana del miércoles, Sarkozy daba el visto bueno a la fusión Gaz de France-Suez. Ahora mismo, Florentino Pérez se ha quedado sólo en su empeño por opar a Ignacio Galán. La lógica impone volver a una fusión Iberdrola-Gas, con o sin Unión Fenosa, pero Pérez presiona a su socio Fainé
Aunque parezca imposible, el Gobierno socialista de Zapatero y el Gobierno socialista-tripartito de José Montilla pueden ponerse de acuerdo en algo. Por ejemplo, pueden ponerse de acuerdo en que la compañía francesa Suez, socio histórico de La Caixa, no puede hacerse con el control de Gas Natural ni de Iberdrola… por ese orden, que era lo previsto.
En Moncloa, porque están hartos del chauvinismo francés, y de la sinvergonzada por la que la AMF -ríase usted de los métodos de la CNMV- ha prohibido a Sacyr que lance su OPA sobre la francesa Eiffage. Simplemente, le han dicho que no e incluso le han acusado de concertación, naturalmente sin probar la acusación: Liberté, Égalité, Fraternité.
Por su parte, la Generalitat catalana exige que Gas Natural siga teniendo su sede social en Barcelona y que, además, La Caixa continúe siendo el socio de referencia de Gas, se fusione con Iberdrola o se quede como está. Conclusión: Suez está vetada.
Y es que las alarmas saltaron en los dos socios de GN, La Caixa y Repsol, cuando conocieron el borrador de Suez, el borrador por el que solicitaba a la Comisión Nacional del Energía permiso para sobrepasar el 10% del capital y alcanzar el 24,9%. Porque el tal borrador no sólo pedía ese aumento además de presencia en el Consejo, que hubiera sido entendible a la luz de la normativa de sociedades anónimas -aunque no deja de ser lo que los franceses han prohibido a Sacyr en Eiffage- sino que solicitaban ¡la gestión! de Gas, es decir, el poder absoluto.
Por eso surgió la idea de lanzar un comunicado conjunto Caixa-Repsol YPF, donde se dejó claro quién manda en Gas Natural, por más que la caja catalana y la multinacional francesa de agua y energía compartan gestión en Aguas de Barcelona –aunque repartido por países-.
Ni tan siquiera ZP está dispuesto a que le vuelva a ocurrir lo de Endesa, que acabará hablando italiano y ha dicho basta… al menos por ahora. Montilla lo tiene más claro aún, y amplia sus exigencias: GN no puede perder la sede social en Barcelona y, además, exige que La Caixa se mantenga como el accionista de referencia.
Por si fuera poco, en la mañana del miércoles el Elíseo movía ficha: contra lo esperado, Nicolas Sarkozy daba el visto bueno a la fusión Suez-Gaz de France, una operación típica de la Europa de hoy, al menos de Alemania, Francia o Italia: fusionarse defensivamente, antes de que venga un foráneo, fusión donde mandará el Gobierno dado que habrá una empresa pública y otra semipública. Era una decisión sobre la que existían dudas, pero aún ofrece más argumentos a los gobiernos español y catalán: Gaz de France es competidor de Gas Natural. Además, Iberdrola acababa de superar en capitalización a Suez, o al menos eso se prevé, tras adquirir la estadounidense Energy East.
Ahora bien, quien no se da por conforme es la constructora ACS, con Florentino Pérez a la cabeza, obsesionado con vengarse del presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, a través del modelo Enel-Acciona. Es Pérez quien insiste en formar la Armada Invencible: una OPA conjunta por el 100 por 100 de Iberdrola donde entrarían Suez-Caixa-GN y ACS. Y si se pudiera –que no se quiere porque Brufau no quiere- Repsol YPF. El presidente de La Caixa, Isidro Fainé no es un entusiasta del asunto, porque sabe lo que ocurre con las opas hostiles, pero tampoco quiere decirle "no" a Pérez, su socio en Abertis. Pérez y Fainé se entienden, a pesar de los malentendidos del pasado.
Lo cierto es que la lógica se va abriendo camino. La lógica consiste en una fusión entre Iberdrola. Gas Natural y, quizás Unión Fenosa, con Galán como primer ejecutivo y La Caixa como socio de referencia. Lo de menos es cambiar la normativa que ahora impide esta opción. Lo de más conseguir que Florentino acepte quedarse como primer accionista, sin mando, o venda Iberdrola y se conforme con Fenosa.
Cualquiera, con un mínimo sentido de Estado lo aconsejaría. Pero el sentido de Estado, como la valentía a los militares, sólo se presupone.