Iberdrola está construyendo en Arcos de la Frontera un grupo de ciclo combinado (quemar gas para obtener electricidad) de 1.600 MW, comenzando con una primera unidad de 400. Pues bien, los ecologistas de la zona se oponen a la obra con el curioso apoyo del gobierno socio-comunista de la zona (aunque, seamos justos, la consejera socialista de medioambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, ha apoyado a la empresa).

 

Se da la circunstancia de que el martes hubo que importar 300 MW de Marruecos, ante los problemas de suministro. En otras palabras, las quejas por los apagones coinciden y dentro de los mismos grupos de izquierda, con los boicoteos a la apertura de nuevas centrales, incluso de ciclo combinado, que se supone son las centrales menos contaminantes de todas. De locos…