Sr. Director:
El gobierno catalán ha presentado los resultados de la reducción de velocidad a 80 Km/h en los accesos a Barcelona, y como era de esperar nos dicen que la medida ha sido positiva para evitar accidentes y contaminación.

De los accidentes, nos cuentan que al reducirse la velocidad los impactos son menos graves, lo que evidentemente es un descubrimiento mundial. Por lo tanto, debemos entender que si la velocidad se reduce mucho más (por ejemplo, a 10 Km/h) los accidentes graves casi desaparecerán, pero entonces nos compensará más ir en bicicleta (que no paga impuesto de circulación, ni zona azul, ni gasolina, ni grúa municipal, lo que es un problema financiero grave para nuestros municipios).

Es curioso que no se presenten datos de la reducción de contaminación, y creo que sé el motivo: no se reduce la contaminación. Un coche contamina más en una marcha corta que con una marcha larga, y el límite de 80 Km/h obliga a muchos a circular con el motor a más revoluciones, por no hablar de los miles de camiones y autocares que no corren pero contaminan muchísimo. En mi caso, por ejemplo, cada día paso por 6 radares y pasa esto: cuando llego a un radar estoy contaminando lo mínimo (5a marcha y 120 Km/h), pero entonces freno (contamino), reduzco una marcha (contamino) y al pasar el radar vuelvo a acelerar (contamino) para recuperar mi velocidad. Total, en cada radar hago 3 acciones que contaminan, y antes no lo hacía. Multiplicado por 6 radares son 18 acciones contaminantes más que antes de la limitación, que multiplicado por miles de coches...

Martí de Blas

blasblas@hotmail.com