Manuel Chaves aconseja prudencia al presidente de Melilla, Juan José Imbroda. El portavoz del Gobierno de la ciudad le ha recordado que no se puede confundir prudencia y diplomacia con falta de actuación y la cobardía. Espléndido resumen del Zapaterismo.
Es muy cierto. Los mártires eran muy prudentes al preferir la tortura y la muerte que renegar de Dios y los ingleses hicieron bien en resistir los bombardeos nazis, no sólo los militares, sino toda la sociedad, ante que rendirse al III Reich. El heroísmo sin causa, o por causa de soberbia y dominación, es pura imprudencia; el heroísmo por una causa mayor, aún a costa de la vida, es prudencia. Y el heroísmo y el martirio del siglo XXI, es la coherencia con los propios principios.
Tiene razón el Gobierno melillense: ante una agresión no hay que dar marcha atrás, sino adelante. Máxime cuando lo que le ocurre a Zapatero es muy simple, desgraciadamente simple: llegó al poder gracias a la tragedia del 11-M. El mundo islámico, y me temo que, muy en concreto, Rabat, había alentado un atentado contra España. A partir de ahí, con la mejor metodología mafiosa, el Islam protegió a Zapatero quien, víctima del cobarde, que no prudente, síndrome de Estocolmo (que aguarda cierto parecido con el síndrome de abstinencia) lanzó su Alianza de Civilizaciones muy bien recibida por el Nuevo Orden Mundial (NOM)- y cedió ante los musulmanes en todo los foros internacionales. Por ejemplo, propiciando la entrada de Turquía, dirigida por el fundamentalista Erdogan, en la Unión Europea, al tiempo que cedía una y otra vez, ante el principal sospechoso de la matanza del 11-M: Marruecos. Pero no olvidemos que la protección del mafioso tiene fecha de caducidad. Ahora Mohamed VI, un déspota de la peor calaña, ha decidido ofrecerle a su pueblo los galones de Ceuta y Melilla. Dicho de otra forma, a Zapatero se le acaba el tiempo de gracia de la mafia islámica.
Por tanto, puede continuar haciendo llamadas a la prudencia y poniendo en ridículo al Rey de España, pero lo cierto es que o toma medidas de fuerza las únicas que entiende Mohamed VI- o lo va a tener de color de hormiga.
En la prensa del miércoles 18, se distingue perfectamente lo que está ocurriendo. Público, el periódico favorito y casi propiedad, de La Moncloa, practica el cainismo de su dueño: el malo no es Marruecos, sino el Partido Popular: El PP eleva la tensión en Melilla. Es decir, no son los activistas pagados por Mohamed VI ni el bloqueo a la ciudad, ni los insultos a las mujeres policías españolas los detonantes de la crisis: es el PP que lo exagera. Jaume Roures y sus socios comerciales o ideológicos en la Sexta, el asesor de ZP, José Miguel Contreras, y el esposo de la ministra de Defensa, Carme Chacón, es decir, Miguel Barroso, trabajan para Marruecos y contra los españoles de Melilla. Y hasta un periódico presuntamente moderado, como La Vanguardia, entra en la misma línea que Público y los medios de PRISA: el culpable es el PP, que agita las aguas. El precario acuerdo sobre limitación del bloqueo (¡bloqueo de mercancías que Marruecos vende en Melilla, no al revés!) es considerado como la prueba de que ante las pretensiones de Rabat lo que hay que hacer es dialogar. Hay que considerar que La Vanguardia es un gran periódico pero que actualmente atraviesa una fase de curiosa disgregación ideológica o, como aseguran sus propios redactores , el señor Conde siempre será leal al poder, sea quien sea.
Y eso ocurre mientras los marroquíes aseguran que su bandera ondeará en breve en la ciudad ocupada. Público incuso llega a acusar al presidente de Melilla, Juan José Imbroda, de algo gravísimo: es amigo en Facebook de un agitador marroquí: tremendo, sin duda.
Respuesta española: la que describe el diario La Razón: El Ejecutivo Zapatero está dispuesto a retirar a las insultadas policías españolas del paso fronterizo de Melilla. La cobardía de ZP avergüenza a los españoles que observan, atónitos, cómo el responsable de defender la soberanía nacional y la integridad de los españoles, cede ante su secuestrador, Marruecos. Con un añadido lógico: si se cede Ceuta y Melilla el próximo paso consistirá en ceder Andalucía, empezando por la capital de Al Andalus: Córdoba. ¿O es que alguien piensa que el Islam se va a conformar con las dos plazas africanas? Basta con escuchar las conversaciones en las cafeterías o en los chiringuitos playeros para observar la vergüenza con la que muchos españoles contemplan el proceder de su Gobierno.
Por cierto, este sería el momento de que el Rey de España, en lugar de permitir ser utilizado por el Ejecutivo en su política cobarde, diera un paso adelante, en cumplimiento, precisamente, de una de los objetivos del Jefe del Estado: mantener la integridad de nuestras fronteras y detener la traición del Zapaterismo. Ésa sí es tarea del Rey. Y bastaría con que el Rey hablara, no para amenazar a Rabat, sino para recordar la obviedad de que Ceuta y Melilla son ciudades españolas, no marroquíes. Las medidas a tomar para responder a Rabat son evidentes, pero ZP no las tomará salvo que se vea obligado por las encuestas. Quizás entonces sea demasiado tarde.
El ABC da otra campanada: España sigue ayudando a su agresor, Marruecos, con 1 millón de euros. Más vergüenza.
Ojo: Ceuta y Melilla no son territorio OTAN. No cabe por tanto, esperar ayuda de la Organización ante un ataque, como no cabe esperar la ayuda norteamericana en el conflicto. El amigo Obama prefiere tener a un Marruecos como presunto aliado en un punto estratégico del Globo, como es el Estrecho de Gibraltar, que apoyar a un Zapatero que sólo le sirve como peón para ceder ante el Islam. En Europa, sólo el presidente francés, Nicolás Sarkozy es consciente de que el Islam está ocupando Europa con nuestras barrigas como ellos mismos gustan repetir-, es decir, con la inmigración y su índice de natalidad.
Y lo malo es que tienen razón. Estamos hablando del doble suicidio de Europa: el suicidio biológico, pues la civilización occidental, cristiana, desprecia la vida y se está extinguiendo por falta de descendencia. La espiritual, con el imperio de un relativismo vulgar que hace realidad el siniestro presagio islámico: En 50 años vuestras mujeres llevarán chilaba, porque nosotros creemos en algo y vosotros no creéis en nada. El Islam es una tosca herejía del cristianismo pero que cree en algo. Han aprendido que cuando Occidente lucha en nombre de sus principios siempre les vence: ahora su invasión es presuntamente pacífica: no utiliza soldados, sino las barrigas de sus mujeres.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com