Sr. Director:
La dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, plantea la disyuntiva a la que se enfrenta la vida política española: o se ataca la corrupción de frente y sin complejos o España se precipita en el abismo del populismo.

Este planteamiento puede resultar dramático, porque la ministra no ha dimitido por estar imputada en el "caso Gurtel", sino solo por haberse beneficiado de las actividades corruptas de su ex marido. Pero el estado de crispación social hace que la más mínima sospecha de corruptela resulte insoportable en un país que, en breve, será llamado a votar a sus futuros dirigentes.

Por eso, creo que sería deseable  que el debate sobre la corrupción desarrollado el pasado jueves en el Congreso  concluya con un consenso para afrontar de raíz este problema.

José Morales Martín