Pese a los requerimientos de Rubalcaba, el presidente de Endesa no cede

Manuel Pizarro da por perdida la batalla de Endesa. De hecho, su gran objetivo, salvo que llegue alguna oferta política, es presidir la Fundación Valle de Ordesa, algo muy importante para un aragonés, y mantener sus amistades en Aragón, una de ellas la del presidente socialista Marcelino Iglesias.

Ahora bien, no piensa abandonar su denuncia de los seguimientos y espionajes de los que presuntamente ha sido objetivo por la Guardia Civil y por miembros del Centro Nacional de Inteligencia. Pizarro se manifiesta dispuesto a llegar hasta los tribunales europeos con su demanda d que se esclarezcan los hechos. Y eso a pesar de que le ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no deja de insistirle para que deponga su actitud.