La politización de la justicia tiene estas consecuencias. Hay quien no puede más y acaba por tener desahogos terapéuticos con el primero que se encuentra. Esto es lo que ocurrió la semana pasada con un magistrado del Tribunal Constitucional. Critica el magistrado la ausencia de independencia judicial: Esto es una casa de putas.

Además, critica seriamente la pasividad de Mariano Rajoy ante la que está cayend En España no existe oposición. Y para terminar de cerrar el círculo, dirige serias críticas al juez Garzón. Eso, para que quede clara la posición de los jueces nombrados a propuesta del PP.