Sr. Director:

Me dirijo a Vd. Para exponer simplemente una serie de datos relativos a España y que son pura sociología. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

-  Abortos, 91.000 abortos en 2005, el país con una mayor porcentaje de abortos del mundo, y la cifra sigue creciendo. Un aborto cada 6,6 minutos. Uno de cada seis embarazos termina en aborto.

-  Divorcios, el país de Europa con un mayor índice de divorcios de toda Europa. mientras que el número de matrimonios celebrados sigue más o menos estable, el número de rupturas sigue creciendo llegando a igualar al de matrimonios en 2010, luego superarán al de matrimonios.

- Cocaína, el mayor consumidor de cocaína en términos porcentuales del mundo, superando incluso a Estados Unidos, y cuadruplica la media europea, según ha informa el responsable del Informe Mundial sobre Drogas 2007, Thomas Pietschmann, ha asegurado que el consumo de cocaína se ha disparado uno de cada cinco consumidores europeos se encuentra en España.

- Presos. El número de reclusos por cada 10.000 habitantes es el segundo mayor de Europa detrás del Reino Unido.

- Violencia en la pareja, el número de muertes sigue creciendo.

- Educación. El 29% de los escolares no acaban la Enseñanza Secundaria obligatoria, ¡ cuando se pasa de curso de manera automática sin necesidad de aprobar!. España es el país europeo de todos los pertenecientes a la OCDE que presenta una mayor tasa de abandono escolar. El fracaso escolar no sólo consiste en que no obtengan el título de la ESO, sino también en los que lo obtienen y no saben nada.

- Educación somos uno de los últimos países en niveles de educación del mundo desarrollado.

A todo lo anterior habría que añadir, la situación de los mayores, la falta de respeto a la vida desde su concepción hasta la muerte. Todo lo anterior es el resultado de lo que se ha sembrado hace tiempo. Si ahora, a la presente situación, le unimos la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la mezcla puede ser demoledora.

Por esta razón más que nunca, se hace necesario que tomemos conciencia de lo que nos jugamos, que expongamos los datos de manera objetiva a los más cercanos, que hablemos en nuestro entorno más próximo y que por supuesto objetemos. Ningún Estado puede substraer el derecho de los padres a educar en valores a sus hijos. ¿Quién es el Estado para decirme a mí o mis hijos qué es lo que está bien o mal?. Habrá unas leyes, que habrá que cumplir, pero no me pueden adoctrinar y exigir que crea en cosas que van contra mi conciencia (educación de género, relativismo moral, etc). Y aún cuando el contenido de la asignatura fuera acorde con nuestras convicciones, también deberíamos objetar. No nos dejemos imponer una moral civil. ¡ Rebelión cívica ¡. Revelémonos, nos jugamos mucho, quizá nuestros hijos estén bien educados, pero van a vivir en medio de una sociedad conformada con unos valores que no es lo que desearíamos ni para nosotros.

Luis García

luniblan@yahoo.es