Al profesorado de Cataluña ya se le ha reducido el sueldo en más de 500 euros.
Ya no puede permitirse el lujo de hacer huelga, porque mermar aún más este sueldo sería un suicidio, y para las arcas de la Generalidad sería una bendición.
Además, la huelga conlleva también una molestia para los padres, que no saben dónde dejar a sus hijos, y para los alumnos, porque ese día pierden contenidos educativos. Pero si muchos profesores se tapan la nariz y dejan de pensar en objetivos separatistas, podrían volver a cobrar su sueldo e incluso recuperar el que hasta ahora le han recortado, y el problema se resuelve de una manera muy sencilla: impartiendo todas las clases únicamente en español, hasta que vuelvan a cobrar lo que por convenio les corresponde, con la amenaza continua de volver a dar las clases solo en español, cada vez que surja un nuevo problema.
Cuanto antes pongan esta medida en marcha, antes cobrarán, pues si hay dinero para embajadas, doblaje de películas al catalán, traducir juicios, y todo lo que tenga que ver con la "creación de la gran nación catalana", también debe haberlo para servicios esenciales como son la educación y la sanidad.
Luisa Martín Belmonte