Los apicultores reivindican su papel para la conservación la biodiversidad. Recuerdan que no sólo producen miel, si no que la polinización permite mantener los cultivos.
La Confederación en Defensa de la Abeja en la Cornisa Cantábrica ha destacado, con motivo de la celebración este domingo, día 7, del patrono de los apicultores, la importancia de estos profesionales para conservar los ecosistemas, pero también para mantener la producción agraria.
En un comunicado, esta organización junto a la Federación de Asociaciones de Apicultores de Cantabria insiste en que el papel de estos profesionales no es solo el de producir miel, polen o cera, si no que la polinización que llevan a cabo las abejas permite mantener la mayoría de los cultivos, que suponen la base de la alimentación del ser humano. "Incluso mirándolo desde un punto de vista meramente económico, trae cuenta proteger a las abejas y a los demás insectos polinizadores", afirma esa confederación, que une al sector en las comunidades autónomas del Cantábrico.
La confederación asegura que los apicultores cada vez "lo tienen más difícil" para desarrollar su actividad por las enfermedades que afectan a las abejas, por la llegada de la "Vespa velutina" -conocida como avispa asiática o también avispa asesina-, por algunos fitosanitarios o por la dificultad de instalar nuevas colmenas, entre otros asuntos.
También apunta al recorte en las ayudas al sector y a la pérdida de los ecosistemas, que ha llevado -añade- a la desaparición de la abeja silvestre y la regresión de otros insectos polinizadores.
La confederación ha pedido a las administraciones públicas que desarrolle con el sector un plan estratégico para dinamizar y reactivar la apicultura, que ha resaltado también por su importancia para el desarrollo rural sostenible.
Domingo Martínez Madrid