Sr. Director:
La anécdota que vd. cuenta de Santa Teresa, si la cuenta en plan literario, puede valer aunque confundiría, pero creo que no es así.
La anécdota que vd. cuenta de Santa Teresa, si la cuenta en plan literario, puede valer aunque confundiría, pero creo que no es así.
Santa Teresa, viendo como era tratado y perseguido por sus propios hermanos San Juan de la Cruz, pedía al Señor por él y es ahí cuando el Señor le dice: "Así trato yo a mis amigos...".
Por una simple caída no es para quejarse mucho.
Los franciscanos o no sé si el mismo San Pedro de Alcántara que celebramos hoy, tienen costumbre ante dolores pasajeros, caídas, coscorrones y cosas similares decir: "Dios me dé más" que lleva implícito "porque más merezco". No creo que Santa Teresa por una caída fuera tan "quejica", ella a quien un coetáneo definió como "femina inquieta y andariega", acostumbrada a soportar de todo.
Eduardo Pérez