De la Vega prefirió no hacer sangre con el no-despegue del PP en las encuestas: "Desde esta mesa del Consejo de Ministros no hago valoraciones sobre las encuestas". Ese argumento le sirvió para blindarse sobre la caída de la confianza ciudadana en el presidente del Gobierno. En cambio, De la Vega aprovecha la pregunta sobre el último CIS para hacer un poco de demagogia. Afirma que el Gobierno "comparte las mismas preocupaciones de los ciudadanos" y que las preocupaciones de los ciudadanos son las suyas. Peronismo puro.
Por otro lado, el Gobierno asegura que afronta el inminente Debate sobre el Estado de la Nación como una ocasión para debatir propuestas y alcanzar acuerdos. Eso sí, con algunas líneas rojas: los objetivos del debate de investidura. A saber, interés general, defensa de los ciudadanos y protección social de los trabajadores.