El cabreo en la profesión es de los que hacen época. La periodista Mamen Mendizábal, que presenta en la televisión pública el programa 59 segundos (conocido en la profesión como 59 paridas por minuto) se convirtió en protagonista de las jornadas de la empresa pública RENFE, que preside José Salgueiro. Como parte del seminario celebrado en Madrid, Salgueiro, hombre de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, presentó los resultados de RENFE correspondientes al Ejercicio 2005. La sorpresa llegó cuando, al concluir su monólogo, en lugar de abrir, como es tradicional, el turno de preguntas de los periodistas, la compañía decidió que Mamen Mendizábal, precisamente ella, realizara cuatro preguntas a Salgueiro en nombre de todos los medios presentes, una representación que nadie le había otorgado. No es necesario explicar que las preguntas fueron acidísimas y muy, muy incisivas.
Lo malo es que la curiosa puesta en escena se repitió al día siguiente en el mismo foro, esta vez tras la intervención de la titular de Fomento, Magdalena Álvarez.
Y todo ello, como se encargó de recordar el dircom de la Compañía, Manuel Sempere, en nombre del buen Gobierno, la transparencia y la responsabilidad social corporativa.
La técnica puede cundir, Y así, se suprimirán las ruedas de prensa, siempre tan molestas y arriesgadas. A cambio, se contratará a una locutora afamada para que pregunte en nombre de todos cuestiones convenientemente pactadas con el preguntado. Y esto es una empresa pública de especialísima actualidad por mor de su privatización.
Mamen Mendizábal ha conseguido buenas cotas de audiencia, con un programa de la Factoría socialista de Globomedia, dirigida por el nuevo presidente de La Sexta canal directamente vinculado al Gobierno Zapatero- José Miguel Contreras, y que comenzará a emitir a finales del presente mes. Contreras ha colocado a Mamen Mendizábal en la TV pública en un programa estrella, y ahora quiere que Mendizábal sea la cara de los informativos de su canal. La tele pública de Zapatero le ha pagado un master de popularidad a la tele privada de Zapatero.
Por cierto, como hemos informado días atrás, el periodista Carlos Carnicero, conocido por sus simpatías socialistas, se ha negado a acudir al programa 59 segundos por considerarlo una manipulación vulgar en favor del PSOE y del Gobierno Zapatero.