En este caso, nuestra historia habla de los clipineros, es decir, de los resúmenes de prensa, un sector cuantitativamente menudo pero cualitativamente importantísimo sobre la Propiedad Intelectual. Empezando por el final, digamos que el fallo del juzgado 6 bis de lo Mercantil de Madrid, cuyo titular es Francisco Javier Vázquez Martín da la razón a la patronal de editores AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) y condena a los clipineros. Para entendernos, ganan los grandes grupos: PRISA, Vocento, Unedisa y compañía, el oligopolio de los Señores de la Prensa.
El debe se situaba así: la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) aprobada en 2006 -artículo 32- certifica la obviedad de que el propietario de los derechos de autor de una noticia de prensa es el autor, el periodista, no el editor. Así, los cliplineros condenados y otros reunidos en la asociación de resúmenes de prensa AESIP decidieron, con toda lógica, firmar un acuerdo con las asociaciones de la prensa y pactaron con ellos una cantidad para que luego la Asociación la repartiera entre los propietarios de los derechos. Todo muy de sentido común.
Pero al poder le fastidia el sentido común, así que la AEDE aplicó el protocolo para esos casos: acudir a un lobby, jurídico por supuesto. Cómo no, bufete Uría y Menéndez (si sabrán de poder que su mejor cliente es Botín). De inmediato encontraron el artículo adecuado: el 8, donde se habla de que el periódico es una obra colectiva, además de alegar que los periodistas ceden los derechos de autoría -lo que no hacen los fotógrafos, curiosamente- a quien les paga y por tiempo indefinido. Y el juez les ha hecho caso. La Ley de Propiedad Intelectual ha quedado en papel mojado.
Por pura casualidad, el juez firmante es sustituto en el juzgado 6 bis (es titular del 6) aunque todavía no ha aprobado la oposición a juez de lo Mercantil, prueba de especialización en los asuntos propios de órganos de lo mercantil. Para ser exactos, según el BOE, afrontó dicha prueba el pasado día 18 de los corrientes, y firmó la sentencia el 14, por lo que confiamos le haya ayudado como aprendizaje. El juez considera que un periódico es... una creación colectiva -una contradicción in terminis, pero el poder lleva siglos castigando la semántica-.
Por cierto, Uría y Menéndez hace las cosas bien. Y así, cuando apoya una interpretación curiosa de una ley se preocupa mucho de que enseguida surjan sesudos expertos que corroboren su interesada doctrina. En este caso, el experto ha sido José Miguel Rodríguez Tapia, catedrático de Derecho Civil de la prestigiosísima universidad Málaga, en cuyos sabios dictámenes se ha apoyado el juez Vázquez Martín para emitir sentencia.
Por pura casualidad, Rodríguez Tapia figura en todos los congresos de Propiedad Intelectual que organizan entidades tan imparciales en la materia como la SGAE y la VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos). Sin ir más lejos, Rodríguez Tapia participó en el mismo master sobre Propiedad Intelectual, patrocinado por el grupo PRISA y organizado en la Universidad Carlos III (la del PSOE), junto al magistrado de la Audiencia Nacional, José María del Riego Valledor, quien fuera recusado por la AESIP. Por cierto, sin que aludamos, en ningún momento a corporativismo judicial, la Sala no sólo no admitió la recaudación sino que multó a la AESIP por la impertinencia de solicitarla. Tapia es un frecuentador de todas las convocatorias de Propiedad Intelectual, especialmente de las de la SGAE y la de VEGAP, que preside el insigne artista antifranquista Juan Genovés, quien, superados sus años creativos se dedica a la más nobilísima y artística tarea de perseguir judicialmente a todo presunto delincuente al que se le ocurra reproducir, por ejemplo en Internet, la imagen de un cuadro sin pagar.
Y todavía hay otro despacho, Cremades y Calvo Sotelo, en esta macedonia. No podía faltar Javier Cremades, la sal de todos lo platos, en una lucha de poder. Porque ha sido él quien ha llevado el caso en representacion de AEDE. Por cierto, se le olvidó llevar la representación de todos los representados. Don Javier vale para un roto y para un descosido. Recientemente, confesó en público que los argumentos de Miguel Durán, cabeza de lista de Libertas al Parlamento Europeo le habían convencido. Y que le iba a votar en las elecciones del siete junio. Sorprendente declaración para todos aquellos que ignoraran el detalle de que don Javier Cremades es el mullidor de la candidatura.
Y junto a los grandes editores han vencido los clipineros grandes, que como hermanos de grandeza se desligaron de AESIP, que olía a marginal, y eran partidarios de firmar un acuerdo, no con las asociaciones de la prensa -a los periodistas lo que hay que hacer es darles de comer- y decidieron firmar un acuerdo con los señores de la prensa, con AEDE.
¿Y quién capitanea a esa oposición a los AESIP, es decir, a los pequeños clipineros? Pues dos entidades que hacen clipping pero a lo grande, dos verdaderas multinacionales: Sofres y Acceso Havas-Mediaplanning. El entramado hispano francés del inefable Leopoldo Rodés. Por decirlo de algún modo: los pequeños clipineros quieren pagar por sus reproducciones al periodista y los grandes, cómo no, a los grandes editores.
Sofres tiene como principal cliente a los grandes editores, sobre todo en sus mediciones televisivas, pero lo de Acceso es peor: con don Leopoldo hemos topado. Si los grandes editores quieren un embudo para la información, donde el autor no pinta nada, si la Sgae monopoliza el cobro de Propiedad Intelectual de sus socios y de los que no lo son, Havas Mediaplanning monopoliza algo mucho más importante: es un banco de publicidad, que monopoliza la intermediación publicitaria y que se dedica principalmente a beneficiar a los señores de la prensa y a fastidiar a la prensa independiente, a los pequeños.
Y don Leopoldo, el hombre de Havas-Mediaplanning, es un verdadero genio en la materia. Su cuasi monopolio como cena de Medios convierte a Havas en un objetivo digno de ser analizado por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). No se preocupen, no lo harán: a los Señores de la Prensa no les conviene y al poder político le conviene llevarse bien con el oligopolio informativo, es decir, con los Señores de la Prensa.
Todo ello, claro está, en nombre del sacrosanto derecho a la Propiedad Intelectual y contra la piratería... si ustedes me entienden.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com