Interesante informe, el presentado por el presidente de la Asociación Hipotecaria Española, Gregorio Mayayo. Dos detalles: la vivienda se ha convertido, por su carestía, en un objetivo imposible, para muchas familias, al tiempo que España sigue apostando por el tipo de interés variable.
En el año 2005, el 53% del crédito hipotecario para la vivienda contratado en Europa corresponde a las diversas modalidades a tipo fijo frente a un 46% a tipo variable. Mientras tanto, en España, sólo un 0,62% de los préstamos hipotecarios formalizados lo han sido a tipo fijo y un 6,14% se han contratado como mixtos con un periodo fijo, en general no superior a dos años, continuando con una clara tendencia a la desaparición total de los préstamos a tipo fijo iniciada hace ahora diez años.
El Banco Central Europeo estima que, aproximadamente, un tercio del total del crédito hipotecario de la zona euro es variable. En el caso de España, este porcentaje se eleva al 98,25%, con un periodo de revisión de seis o doce meses, lo que nos sitúa en el primero y poco deseable puesto del ranking europeo de crédito hipotecario a tipo variable.
La subida de 100 p.b. en los tipos de interés produce un crecimiento del 7% en las cuotas de amortización en los préstamos a 15 años; de un 12,5% en los préstamos a 30 años y de un 16,6% en los préstamos a 45 años. Los indicadores habituales del mercado parecen señalar que el crecimiento de los precios está situando el esfuerzo para la adquisición de la primera vivienda en niveles cada vez menos asequibles para un segmento cada vez más amplio de la demanda, y que existe algún riesgo de que la nueva política monetaria genere tensiones en un sector de las familias que ha adquirido su primera vivienda durante los dos últimos años.