Al final todo indica que Endesa no va a hacerse con el control del grupo de Edison. Un pacto entre la francesa EDF y la italiana ENEL (los dos grandes monstruos eléctricos europeos) ha cerrado el paso a Endesa. Naturalmente, detrás de ambas compañías están los gobiernos de París y Roma. El acuerdo no consiste en otra cosa que en la apertura del mercado francés a la multinacional ENEL. París y Roma representan una tenaza peligrosa para el sector eléctrico español. Como ya informara Hispanidad, mientras el gobierno Zapatero (y lo mismo hizo el PP) autolimita el crecimiento de las compañías españolas, EDF continua vendiendo energía a España (y encima energía nuclear) y ENEL tiene una pata en Fenosa y apenas oculta sus deseos de invertir en Iberdrola.
Y es que en España somos así: los más liberales y los más tontos de la tierra.