El gran éxito de taquilla, hace dos años, de La señal (el remake norteamericano de Ringu) ha dado lugar a la actual secuela, en la que se ha contado con Hideo Nakata, el director japonés de la película de terror original. Con todo, el resultado no llega a ser satisfactorio.
La señal 2 arranca seis meses después de los terribles acontecimientos que sembraron el pánico. Rachel Keller (Naomi Watts) junto con su hijo Aidan (David Dorfman) se han trasladado a una pequeña ciudad costera, Astoria, en Oregón. Pero el deseo de la periodista de comenzar una vida nueva, dedicando más tiempo a su hijo, se trunca cuando se produce un nuevo crimen en la localidad. Rachel se da cuenta de que el fantasma de la vengativa Samara ha regresado y ahora quiere quedarsecon su hijo.
La señal 2 no pasa de ser un regular intento de alargar una historia. Su argumento, a falta de un guión bien desarrollado, resulta terriblemente disperso. Por ello, ni la excelente actuación del reparto logra elevar la mediocre calidad del filme. Y es que vuelve a cumplirse el dicho nunca segundas partes