Sr. Director:
Quisiera manifestar mi sorpresa y admiración por una revolución silenciosa que se está llevando a cabo en la Sociedad española, provocada por unos padres de familia anónimos que están objetando ante la imposición, como asignatura obligatoria, de la Educación para la Ciudadanía.
Independientemente de las valoraciones particulares de cada uno respecto a la asignatura, no deja de ser curioso -y gratificante- descubrir que la sociedad sigue viva, saber que la ciudadanía espontáneamente es capaz de plantar cara a una imposición -la que sea, religión católica, religión del Estado, etc.-. Lo significativo de este movimiento es que no hay ningún grupo mediático detrás, ningún partido político, ningún sindicato o ninguna fuerza social relevante que lo esté impulsando, sino que son muchos padres anónimos, sin vinculación entre sí, que gota a gota están dando una llamada de atención a los gobernantes.
En mi vida, había asistido a una revolución silenciosa tan espontánea y curiosa.
Los padres se han vuelto jóvenes y han recuperado su sentido crítico. ¡Enhorabuena!
Álvaro Zulueta Velázquez-Duro
alvaro.zulueta@gmail.com