El Ministerio de Sanidad anglosajón ha emitido una campaña publicitaria frente al tabaquismo.

Esta iniciativa no ha seducido a los ingleses, por la aparición de chiquillos que se burlan de sus progenitores humeando. El enfado se ha puesto de manifiesto a través de 203 reclamaciones remitidas al Advertising Standards Authority, institución autorizada para la censura de las campañas publicitarias en Inglaterra. El lema dice que: "Si usted fuma, sus hijos son más propensos a fumar. Fumador, no lo haga en familia".

Los mortales que han exhibido su incomodidad ante la magistratura publicitaria anglosajona, alegan que las criaturas menudas no distinguen los spots por lo que con los iconos de menores simulando la costumbre de humear, se obtendría lo opuesto de lo que se indaga, la inclinación en lugar del refuto.

Por otra parte, en España, las campañas de publicidad con chiquillos ha sido recriminada por la Asociación de Usuarios de la Comunicación que ha elaborado el informe: Los Menores ante la Publicidad. Esta institución está pidiendo que el Parlamento español transforme la Ley del Menor y la Ley General de la Publicidad para que los críos sólo interpreten los carteles de anuncios de productos para la niñez.

Las asociaciones de consumidores han demostrado que las criaturas se exhiben en un tercio de los spots publicitarios. Los retoños entregan su imagen para productos dirigidos a mayores. Las asociaciones de usuarios delatan que en la mitad de los spots, la aparición de los niños no está razonada, pero se emplean para generar una corriente de simpatía y seducir a los mayores.

Afirmaba Galiani que: El niño recibe casi toda su educación en los dos primeros años de su vida; no nos apercibimos de ello porque el niño no sabe hablar.

Clemente Ferrer Roselló

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