Sobre la institución de la familia y la educación es importante recordar que la familia educa a su manera, tiene la posibilidad de educar, que no tiene nadie más, en un clima de amor con el ejemplo. De aquí pasan todos los valores fundamentales que humanizan al hombre.
¿Pero cómo hacer llegar el mensaje de apoyar el matrimonio, base de esa familia, formado por un hombre y una mujer abierto a la vida? Vemos que cierto cine producido en nuestro país no está por esta labor. Llevar a cabo investigaciones sociológicas para poner de manifiesto los muchos bienes que da a la sociedad una familia estable, unida, verdadera, auténtica, abierta a la vida, sería más eficaz. Dar a conocer -también- los daños que producen a la sociedad familias disgregadas, pienso que es necesaria y precisa una reflexión antropológica y filosófica.
Creo que los hechos y las experiencias producen una mayor fuerza de persuasión. Aunque algunos quieran dar una visión disgregante de la familia, ésta aún no se ha perdido.
Jesús Domingo Martínez
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