Bruselas trasmitirá hoy viernes el visto bueno de la Comisaría de la Competencia, que lidera la holandesa Neelie Kroes, la adquisición de la telefónica checa Cesky Telecom por Telefónica. Se levanta así la última barrera para la incursión de Telefónica en Europa Central y del Este, desde un país que habla un lenguaje bien distinto al castellano.
A partir de ahora, los pasos son los siguientes: Telefónica debe asumir el control de Cesky, como propietaria del 51,1% del capital con la correspondiente Asamblea. A continuación, la compañía lanzará una OPA sobre el resto del capital, en poder de minoritarios, al mismo precio que pagó al Gobierno de Praga.
Telefónica pagó 2.748 millones de euros por el 51,1% de Cesky. Por tanto, el 100 por 100 le va a salir por más de 5.000 millones de euros. En 2004, Cesky facturó 1.948 millones de euros y tuvo un EBITDA de 911 millones de euros. Cuenta con 3,4 millones de líneas de telefonía fija y 4,6 millones de clientes de móvil.
Será Julio Linares quien se encargue de Cesky, con Jaime Smith allí destacado, ahora en clave de observador, probablemente más tarde como primer ejecutivo. Smith se conoce bien la compañía, por cuanto ha estado en el departamento de control de gestión de Telefónica, así como en el departamento financiero.
La República Checa, además de como base para avanzar en Europa del Este, servirá también para ahondar en la reconversión paulatina de Alierta en la propia Corporación. Por ejemplo, en telefonía fija comienza a resultar clave la figura del argentino Guillermo Ansaldo, a quien muchos consideran llamado a suceder a Julio Linares.