El laicismo se convierte en demoníaco
El Día de Reyes informamos de la vacuidad de la Cabalgata de Reyes del Ayuntamiento de Madrid. Pues bien, hay casos peores. En la cabalgata de Nou Barris en Barcelona culminaba con un demonio. Y es que el laicismo no es neutro, ni siquiera indiferente; es demoníaco.