Al mismo tiempo, intenta ganarse a El Mundo con la misma arma. El socialista Tomás Gómez exigirá a Romero y Martín que voten contra Blesa y acusa a Simancas de estar detrás del sabotaje. Mientras, el presidente de la entidad consigue el apoyo de José María Aznar, con Ana Botella dispuesta a asegurarse la Alcaldía de Madrid. Aguirre apuesta por Rodrigo Rato o por Manuel Pizarro para suceder a Blesa, sin olvidar al vicepresidente, Estanislao Rodríguez Ponga. La guerra de los informes falsos: Blesa no enseñó a los consejeros el presunto dictamen de Uría y Menéndez

No hay cuartel en la batalla por Caja Madrid, tan simple como complicada. Simple, porque el asunto se resume en que el actual presidente, Miguel Blesa, quiere seguir en el sillón por otros 6 años, hasta el 2015 -si lo consigue, habría sido presidente durante 19 años- y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad autónoma madrileña, entidad tutelante de la Caja, quiere sustituirle por una serie de nombres entre los que se cuentan Rodrigo Rato -primer candidato-, Manuel Pizarro -el segundo- o el que lo ha sido siempre, el actual vicepresidente de la Caja Madrid, Estanislao Rodríguez Ponga.

Sigamos, y no se me pierdan. El próximo lunes 10 se renueva la Asamblea. De esa forma, Blesa, ya echado al monte, incumple la orden del consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, quien le había pedido que esperara a la próxima renovación legal que pretende Aguirre. Las espadas están en alto y veremos quién vence el día 10.

Al mismo tiempo, Esperanza Aguirre y el líder socialista madrileño, Tomás Gómez, acordaban la salida de Blesa. Entonces, ¿por qué Blesa no ha dimitido ya e incluso ha logrado mayoría en el Consejo para convocar la asamblea del lunes? Pues muy sencillo, porque ha habido traidores, rebeldes, prefieren decir otros... en los dos bandos, en el PP y en el PSOE.

Por parte Popular, el traidor más claro ha sido Alberto Recarte, consejero de Caja Madrid y presidente de Libertad Digital, el entramado periodístico montado por el periodista Federico Jiménez a costa de la cadena COPE, que le sirvió como lanzadera promocional. LD atraviesa un mal momento, y precisa con urgencia el apoyo de Miguel Blesa. La situación económica de LD es delicada, especialmente desde que se empeñó en hacer televisión, un verdadero fiasco, precisamente con licencias de TV digital que le proporcionaron las comunidades del PP, entre ellas, la de Madrid.

Así que Recarte, antaño enemigo irreconciliable de Blesa y aspirante a sucederle, ha aceptado apoyarle contra los intereses de la institución que le nombró para el cargo: el Gobierno regional.

Por su parte, al socialista Tomás Gómez se le ha rebelado Antonio Romero, antes mandamás socialista en la Caja, partidario acérrimo de Rafael Simancas, a quien Gómez acusa de estarle torpedeando, sobre todo desde que el secretario General del Partido Socialista Madrileño vetó la presencia de Simancas en la Ejecutiva Federal del PSOE.

Y también apoyó a Blesa otro ugetista, el consejero Gonzalo Martín, también marginado en la actual dirección del sindicato y del partido. Total, que Blesa se ha enfrentado a las cúpulas del PSOE y del PP, al menos del madrileño, en alianza con Izquierda Unida (su amigo, el rojísimo -al menos hace mucho tiempo- Moral Santín es su actual mano derecha), los hombres de Comisiones Obreras -asimismo muy rojos tiempo atrás y hoy preocupados por la eficiencia-, el sindicato de Cuadros, a los que Blesa ha promocionado, más traidores del PSOE y de la UGT.

Antes de nada, recuerden que la Asamblea modificara representantes, pero que, al final, lo único importante es el Consejo: consta de 21 miembros y Blesa necesita 14, dos tercios, para ser reelegido.   

Pero no acaba ahí la tarea de don Miguel. El presidente de Caja Madrid cuenta con el apoyo entusiasta del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón quien, con tal de fastidiar a su correligionaria Aguirre, es capaz de muchas cosas en esta vida. Y lo que es más importante y novedoso: cuenta con el apoyo de José María Aznar, de quien se había distanciado.

No señor, ahora Aznar cierra filas con su antiguo amigo y vecino, sobe todo porque Gallardón le ha prometido a su señora -a la señora de Aznar, Ana Botella- que será la futura alcaldesa de Madrid, cuando él sea llamado a más altas responsabilidades.

¿Y Rajoy? Ni chicha ni limoná, según es norma. Aguirre le ha puesto sobre la mesa el nombre de Rodrigo Rato, con lo que el gallego se libraría para siempre de un posible competidor, y tampoco veía mal librarse de un Manuel Pizarro, que le reprocha su ingratitud. 

Por cierto, El Mundo, aliado con Aguirre, por lo menos hasta ahora, también ha recibido la promesa de apoyo por parte de Miguel Blesa. Fue este periódico quien habló de un informe fantasma según el cual Blesa ya tenía que haber dimitido. En el Consejo del lunes, Blesa aludió a un informe del bufete Uría y Menéndez, especialista en informes a petición -y conclusión- de parte, pero en ningún momento lo enseñó a los consejeros: otro informe fantasma. Que son los más útiles, porque siempre le dan la razón la razón al cliente y pagano.