Los catalanistas de todos los partidos se han echado al monte. Desde que Carod Rovira anunciase una manifestación preventiva, están todos desatados. La última ha sido la de Joan Herrera. Aboga por desplegar el Estatut con independencia de lo que diga el TC. Y es que para los catalanistas, el Alto Tribunal no es un órgano legítimo para resolver lo que califican como un pacto entre España y Cataluña.
Y esto es muy peligroso. Porque si no se respetan las instituciones, nos encontramos ante la peligrosa ley del más fuerte. Y los catalanistas se sienten y se saben fuertes. Por eso tensan la cuerda y pasan del órgano arbitral para resolver conflictos. Lo tachan de españolista. Como si consideraran que el árbitro está comprado. Y con estos mimbres, no se puede. Claro que también ha sido el propio Zapatero quien ha ninguneado a las instituciones. Que el Consejo de Seguridad Nuclear dice que se puede prorrogar Garoña 10 años, pues no la prorrogo. ¿Por qué? Porque es una decisión política. Los otros aprenden. Pero entre unos y otros se están cargando el Estado de Derecho.