Es sabido que un político no debería hablar de política. Pero el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, no estivo en esa lección. En la mañana de este miércoles comparecía ante el Foro de la Nueva Economía y era preguntado por la operación de Iberdrola con Scottish Power. En lugar de decir que se trata de una operación empresarial y que no tiene nada que aportar al respecto, le entra al trapo.
Supone un crecimiento muy importante de una eléctrica con raíces vascas aunque abierta al mundo, como diría Chillida. Así que Imaz afirma sentirse orgulloso del salto cualitativo dado por Iberdrola al comprar Scottish Power e incluso se mete a analista financiero : La competitividad pasa por el tamaño; el mundo es muy grande y seguimos midiendo la dimensión con criterios de base estatal en lugar de tener una referencia europea. Toma ya.
Y ya para colmo, Imaz entra en el espinoso asunto de la posible integración de Iberdrola con alguna compañía nacional. Eso sí, al menos afirma que no va entrar con quien, aunque menciona a Gas Natural y a Unión Fenosa. Si sostiene sin embargo, que los políticos deben de cambiar los mapas regulatorios para ayudar a las empresas a ganar tamaño. Es decir, evitar lo que señalaba este martes Galán: la fusión con Scottish Power facilita la operación de fusión nacional porque ya sería examinada por las autoridades comunitarias, mucho más laxas en este tipo de operaciones.
Pero a lo importante: ¿mantendrá Iberdrola su sede social en Bilbao? Va a seguir afincada en el País Vasco, sostiene Imaz, que creemos recordar ni es presidente ni consejero de la eléctrica.