Lo mismo ocurrió cuando Marsans quiso hacerse acompañar de Lufthansa, con Gonzalo Pascual como presidente de Iberia.
Por ello, Moncloa buscó una alternativa española, y la encontró en el propietario de Air Europa, José Hidalgo (conocido como Pepe Aviones), que ha mantenido una aerolínea pequeña pero rentable. Hidalgo lo estropeó cuando hablo de una oferta por debajo de los 3 euros, cuando TPG y British Airways, aunque no de forma vinculante, ofrecieron 3,6 euros.
Por el momento, Globalia no espabila, a pesar de que está dispuesto a vender activos para hacerse con Iberia.
Por otra parte, el jueves 26 sesiona el Consejo de Iberia. Un detalle: el enfrentamiento entre le núcleo duro (Caja Madrid, BBVA, Logista y El Corte Inglés) contra Bristih Airways es grande. Consideran los españoles que los británicos se están aprovechado de la situación, y que todavía no se han comprometido a nada, aunque eso sí, pretenden comprar Iberia a precio de saldo.
Esto no ha hecho más que empezar.