El cúmulo de desastres al que Pedro Campos y Calvo Sotelo continúa llevando a la vela española se multiplica. Dos son las grandes competiciones, cuyo futuro preocupa. La primera, la Copa América 2007. El propio Campos advertía el lunes 13 en Madrid que si el próximo viernes no se ha depositado un millón de euros, no habría desafío español en esta competición (la cosa sale por entre 60 y 100 millones de euros). El problema es que Iberdrola se niega a que le tomen el pelo, y ya ha advertido que no pondrá ni un euro más de 20 millones, al tiempo que exige ser quien controle la gestión, y se niega a que lo haga Pedro Campos.

Por otra parte, el empresario Enrique Puig, presidente del Náutico de Barcelona, vive una rebelión en la institución. Nadie quiere a Campos como gestor del desafío español.

La Copa América 2007, en Valencia, transformará la ciudad del Turia, pero su interés caerá si no participa ningún barco español.

La otra gran competición es la Vuelta al Mundo de Vela, en la que el barco español es patrocinado por Telefónica Movistar, 20 millones de euros, y que, naturalmente, capitanea Pedro Campos. Lo cierto es que sólo hay apuntados seis buques, cuando lo normal es el doble, a menos de un año de que dé comienzo la prueba. Los ingleses están pensando seriamente en retrasar la competición.

Mientras, todos los patrocinadores intentan deshacerse de Pedro Campos, pero, al parecer, la operación resulta muy compleja.