Los socialistas han obtenido "menor debacle" de la prevista en la Asamblea francesa, y Royal sigue apostando por una gasera pública
No eran los resultados esperados, porque Nicolás Sarkozy ha obtenido mayoría absoluta en la Asamblea francesa pero el socialista no se han descalabrado. Están abocados a un renacimiento sí, peor han logrado salvar los muebles. Por ejemplo, Ségolène Royal ha logrado salvar la idea de empresa pública, una de las más criticadas por Sarkozy, más partidarios de la empresa nacional francesa.
Traducido al román paladino: que el PSF aún tiene fuerzas para defender que Gaz de France continúe siendo una compañía pública y que, consiguientemente, no se fusione con la privada (más o menos) Suez. Y si ambas empresas no se fusionan, entonces Suez casi se verá casi forzada a pactar con Caixa, Gas Natural y ACS el lanzamiento de un OPA sobre Iberdrola. Recordemos que Florentino Pérez dispone de una participación que roza el 8%, ampliable al 10% vía derivados, y que Albert Frère, accionista de referencia de Suez, ha comprado más de 5% y quiere llegar al 10%.
Además, los poderosos sindicatos franceses apoyan al PSF: quieren una gasera pública, en la mejor tradición de la izquierda francesa, y desconfían de que Suez quiera asegurar el mantenimiento de los puestos de trabajo.
A La Caixa el asunto le pilla con el pié cambiado. En principio, catalanes y franceses se habían dado de plazo hasta fin de año para tomar una decisión. Además, La Caixa está en pleno proceso de constitución del ‘holding' industrial y consiguiente salida a Bolsa: no está para opas.
Lo malo es que Galán ya ni se preocupa en ocultar que su objetivo es comprar otra Scottish, una compañía, a ser posible norteamericana, y a ser posible de energías renovables.