- La comunidad internacional cierra filas en torno a Repsol.
- Reding (CE): "Cuando alguien ataca a España, ataca al conjunto de la Unión Europea".
- EEUU, por su parte, dice que la expropiación puede dañar el clima inversor en el país.
- En España, Soria anuncia medidas industriales y energéticas contra Argentina.
- Pero Kirchner sigue a lo suyo: ahora va a por YPF Gas.
El expolio pertrechado por el Gobierno argentino presidido por Cristina Fernández de Kirchner, y en el que ha tenido un papel muy destacado su viceministro de Economía y miembro de la organización ultraizquierdista La Cámpora, Axel Kicillof (en la imagen), ha propiciado el comienzo de una guerra comercial global -y total- en el mundo, por Repsol.
Entre las reacciones internacionales más esperadas, la de la Comisión Europea. Precisamente, ha sido Viviane Reding, vicepresidenta de la CE y comisaria de Derechos Fundamentales y Ciudadanía, la que ha mostrado más contundencia y determinación: "Cuando alguien ataca a España, ataca al conjunto de la Unión Europea. No se puede llevar uno la propiedad de otro sin que haya un remplazo o sustitución de dicha propiedad y vamos a ayudar a España para que resuelva este problema", ha asegurado.
Como primera medida, el Parlamento Europeo estudiará mañana viernes la suspensión, al menos de manera parcial, de las ventajas arancelarias que hasta ahora tienen los productos importados de Argentina. Además, la Eurocámara ha advertido de que decisiones como la adoptada por el Gobierno Kirchner pueden enrarecer el clima de cordialidad y entendimiento mutuo de cara a la actual negociación que la UE está manteniendo con Mercosur.
Aunque de una manera menos contundente, también Estados Unidos ha manifestado su rechazo a la expropiación. Tras las primeras palabras un tanto tibias de Hillary Clinton, la Administración Obama emitió un comunicado en el que señaló que "la agresión a YPF es una agresión al clima de inversión". Además, desde Washington se "urge a Argentina a restablecer el buen clima en materia de inversiones". En la misma línea se ha manifestado el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, tras la reunión con Clinton: "Vamos a explorar todas las vías en las que podamos colaborar juntos para restablecer la legalidad internacional", ha afirmado.
Dentro de nuestro país, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha anunciado que va a proponer, en el próximo Consejo de Ministros, una serie de medidas "en relación a lo que son relaciones industriales y energéticas con Argentina".
Pero todo este frente común parece no importar lo más mínimo a la presidenta Kirchner que ahora, sólo dos días después de la expropiación del 51% del capital de Repsol en YPF, ha decidido sumar YPF Gas al proyecto. Las razones que esgrime el Gobierno argentino no tienen desperdicio: "Esta medida no sólo es central para el normal abastecimiento de la industria y el campo, sino que además permite garantizar el acceso a los sectores de bajos recursos que no cuentan con servicio de red, a través del programa Garrafa para Todos", explica el comunicado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com