El PP exige la rendición incondicional de Gas Natural en su OPA sobre Endesa. No habrá negociación ni conversión de la OPA hostil en pacto. José María Aznar presiona al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, para que no se negocie una fusión amistosa, y cada vez que La Caixa se ha puesto en contacto con Caja Madrid les han remitido a Endesa. La posibilidad de un acuerdo amistoso, a pesar del interés del Gobierno socialista, se difumina.
Por otra parte, mientras Bruselas no decida si entra a juzgar o no la OPA, y mientras lo habla la Comisión Eléctrica, nadie quiere mover ficha. Sin embargo, en La Caixa consideran cada vez más difícil un acuerdo.
Queda, eso sí, la última baza: mejorar la OPA, que parece claro debe ser mejorada, pero no sólo cualitativa (porcentaje en metálico) y cuantitativamente (mejorar los 21,30 euros por acción) sino con la irrupción de un nuevo factor: Repsol YPF, bien como colaborador o bien, sería la bomba, como parte de un conglomerado energético. Es algo así como la última bala, y bala explosiva, de La Caixa.
Y es que hasta para retirar la oferta hace falta que un organismo regulador, en Madrid o en Bruselas, de un no rotundo que posibilite una marcha honrosa. Además, en se caso, nadie duda que Endesa e Iberdrola tendría que mover ficha si no quieren ser opadas, especialmente por la italiana ENEL.