En Los Desayunos de TVE 1, Giuliana Sgrena, la periodista italiana que fue secuestrada y posteriormente liberada en Iraq, se mostraba convencida de que el deterioro de la situación iraquí es el resultado de la guerra y la ocupación, lo que me ha pasado es el producto de la guerra, por eso no odio a mis secuestradores ni al americano que disparó contra nosotros, porque ambos son consecuencia de la guerra.
Sgrena contaba que ella escribía en su diario que había que asumir el riesgo de informar sobre la guerra de Iraq, y no han cambiado mis convicciones sobre la guerra. No se puede trabajar como periodista en Iraq porque no lo quieren los americanos ni los iraquíes. Si voy a trabajar tengo que hacer una información independiente, y hablar con la gente, no contar lo que me dice un amigo iraquí. Eso sería propaganda. Ninguno de los dos bandos quiere una información independiente.