No estamos todavía a las puertas de Navidad, pero éste es un estreno para todos los públicos propio de esas fechas. Basado en unos conocidos libros de aventuras de Kathryn Lasky, al frente de esta película se halla Zack Snyder, que se estrena como director en una película de animación dirigida a toda la familia, aunque la mayoría le recordarán por 300, su fiel traslación cinematográfica de la famosa historia gráfica.

GaHoole: La leyenda de los guardianes narra  la historia del valiente  Soren, un búho que se ha criado escuchando los relatos de la mítica banda de los alados (los GaHoole): unos guerreros que lucharon para salvar al mundo de los Puros, unos búhos malvados Pero antes de convertirse en todo un héroe, Soren deberá aprender a volar junto con su hermano: el ambicioso Kludd.

Con una animación digital irreprochable (es de los mismos creadores que Happy Feet) que da lugar a secuencias realmente bellas y espectaculares, el argumento de GaHoole no es nada novedoso, de hecho contiene referencias históricas, literarias  y cinematográficas que ya conocemos. Concretando, los malos (que, no es casual, se autodenominen Los Puros) son una traslación alada de los nazis, por su obsesión en someter como esclavos a pájaros que consideran inferiores. Asimismo, como ocurre con tantas historias fantásticas escritas desde los años 60, hay referencias constantes  a El Señor de los anillos, pero también a las leyendas Artúricas sobre la espera de un elegido que salvará al mundo. Por su parte, iconográficamente resulta todo un recordatorio de  La Guerra de las Galaxias y la tentación de pasarse al reverso oscuro.

Dicho todo esto, y a pesar de su falta de originalidad en el guión, ¿merece la pena ir al cine con los pequeños de la casa? Sin duda, la película es muy vistosa, muy entretenida, cuenta con una excelente y épica banda sonora (David  Hirschfelder) y en su contenido hay un poco de todo: defensa de los miembros de la familia hasta en las situaciones más adversas,   entrega por los demás o valentía para defender causas justas

Ni que decir tiene que, como es habitual en estos tiempos, puede contemplarse en 3D.

Para: Toda la familia