Para Miguel Blesa sería una oportunidad de blindarse frente a Aguirre, que quiere echarle. El plan de ACS no ha variado: comprar hasta un 20% de Iberdrola (las cuentas no salen) y crear una coalición de cajas de ahorros anti- Galán. Problemas: Irala apoya a Galán y Bancaja, más que cambiar de aliado, desearía vender su participación en Iberdrola. El sueño final de ACS y La Caixa es fusionar GN-Fenosa con IB pero, para eso, queda tanto por hacer...
Está que lo tira. El presidente de ACS, Florentino Pérez, tras cerrar la venta de Unión Fenosa a Gas Natural dice que va a acabar con Ignacio Galán, el presidente de Iberdrola. Ya hemos dicho que su plan consiste en comprar el 20% (no el 25 ni el 29,9%) y, con todo, las cuentas no salen ni de broma. Va a recibir cerca de 8.000 millones de euros, pero sólo este año deberá pagar 3.600 millones de euros. Además, hay que renovar los derivados, porque lo cierto es que en acciones, Pérez sólo posee un 7,8% del capital de Iberdrola. Y, no lo olvidemos, el Gobierno prohíbe a Pérez utilizar a un extranjero, sea EDF, E.On o Suez.
Por tanto, ¿dónde está la gran jugada? Pues en que Caja Madrid compre el 10% de Iberdrola, algo más de 4.000 millones de euros. De esta forma, intenta convencer a su presidente, Miguel Blesa de que se blindaría frente a los intentos de Esperanza Aguirre de echarle, el próximo mes de mayo. En tan encomiable empeño cuenta con el inestimable apoyo del alcalde de Madrid, Gallardón, ahora convertido en partidario acérrimo de Blesa, con tal de desautorizar a su adversaria, doña Esperanza Aguirre.
No sólo eso: Pérez requiere el apoyo de Bancaja (6% de Iberdrola), porque el Gobierno valenciano sí que es amigo de ACS (el que mejor le trata). Sólo hay un problema para estas cuentas de la lechera de don Florentino: Bancaja no está como para tirar cohetes, y preferiría ejecutar su inversión a buen precio, antes que mantenerla.
El otro aliado que busca ACS es la BBK, casi un 8% de Iberdrola. No nos confundamos. Xavier de Irala es uno de los grandes valedores de Galán pues le considera el hombre que ha relanzado Iberdrola. Otra cosa es que el PNV convenza a Irala de que cambie de bando. En este caso no hay tentación de venta -la sede de Iberdrola sigue siendo Bilbao- pero sí de cambio de aliado.
Al final, lo que busca Florentino es una alianza de cajas contra Galán, probablemente sea ésta la única posibilidad que tiene para hacerse con el control de Iberdrola.
Para lograr su propósito, Pérez está dispuesto a vender cualquier activo. Ahora bien, no puede vender Abertis, donde no tiene participación de control y anda en minusvalías, ni ninguna otra participación le permitiría su sueño. Puede vender activos, eso sí, y La Caixa le ayudará en ello. Porque, no lo olvidemos, el objetivo último del dúo Brufau-Fainé no es GN-Fenosa, que ya es mucho, sino GN-Fenosa-Iberdrola. Y entonces sí que Repsol entraría en la melé.